El no pertenecer...
¡Hola a todos! En la película de Batman vs Superman existe un montaje el cual me parece sensacional… Más que por los efectos especiales, se debe al mensaje que los personajes nos quieren hacer llegar, y todo radica en la imagen y lo que representa el individuo que vuela sin parar… El asunto es tan abismal que hasta al mismísimo Clark Kent le hacen dudar, entender cual es su propósito para y con la humanidad, porque, a pesar de que se esfuerza, pareciera no encajar… ¡Hoy hablaremos sobre aquello que define como y porque en un grupo podemos o no encajar, cuál es ese pegamento el cual permite que las relaciones entre familia y amigos puedan prosperar! O terminar…
Desde Zapatos al Aire, Un abrazo.
Nosotros, como habitantes de este planeta, siempre hemos buscado un salvador, el noventa por ciento de las personas creen en un poder superior y todas las religiones hablan de una especie de figura mesiánica… Y cuando este salvador finalmente baja la tierra, ¿Queremos que se adhiera a nuestras reglas? Tenemos que entender que hay un cambio de paradigmas, tenemos que pensar más allá de la política…
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¿Esta persona tiene algún tipo de código moral? Tenemos leyes internacionales, toda acción en este planeta es mera política…
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Realmente nos sorprende que el hombre más poderoso del mundo… Se convierta, ¿En una figura de controversia?
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El hecho de que un individuo intervenga en estas maniobras de alto nivel debería de hacernos reflexionar…
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El ser humano tiene un historial terrible de seguir a personas con mucho poder por caminos que… Han llevado a enormes atrocidades…
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Siempre hemos creado íconos a nuestra imagen y semejanza, lo que hemos hecho es proyectarnos en él… El hecho es que tal vez no es una especie de demonio o de mesías, tal vez sólo es un hombre que intenta hacer lo correcto…
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Estamos hablando de un ser cuya simple existencia amenaza nuestra propia… Sensación de prioridad en el universo… Recordemos a Copérnico quien colocó al sol en el centro del universo conocido, desplazando a la tierra. Después, con la evolución darwiniana, nos dimos cuenta que no somos especiales en esta tierra, sólo… Somos una de muchas formas de vida… Y ahora nos dicen que ni siquiera somos especiales en todo el universo porque está Superman… Allí está, un alienígena entre nosotros… No estamos solos…
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Usted, como senadora de este país, se sentiría cómoda diciéndole a un padre en duelo… Superman, pudo haber salvado a su hijo, pero por principio, nosotros no quisimos que actuara…
Jamás dije que no debería de actuar, sólo que no actué de forma unilateral… ¿De qué hablamos entonces? ¿DEBE DE HABER UN SUPERMAN?
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Ya lo hay…
Y con esa sencilla frase a Clark Kent lo hicieron dudar… Cuestionar… Replantearse el lugar que ocupa en ese mundo el cual decidió salvaguardar; esta secuencia – una yuxtaposición de escenas… – demuestran que, a pesar de ejecutar y protagonizar acciones heroicas las cuales evitan que cientos de personas crucen la última frontera (ósea, que mueran), la gente… Si bien no lo desprecian… Desconfían de ese individuo que con un simple chasquido podría destruir a la especie dominante del planeta.
Desde la comodidad de su hogar a Superman lo hicieron flaquear, agachar la mirada debido al desconsuelo que en su corazón se terminó por instalar…
¡Y es que es mágico, la verdad! Aunque también un tanto perturbador, si se me permite agregar… Sólo… ¡Sólo traten de imaginar! Si al más grande de entre todos los superdotados – alguien que, usando las propias palabras de Bruce Wayne, es el más grande y noble de los seres humanos… – le llegan a afectar estas palabras amarillistas y prejuiciosas las cuales tratan de invalidar su condición de persona (similar a la que tú y yo portamos) hasta el punto de reducirlo y hacerle ver como un ente el cual no se merece nuestro aprecio, respeto, confianza y cariño que muy dentro de nuestro interior reservamos para aquellos que en nosotros generan un impacto… Entonces… ¿Qué chance tendríamos nosotros de no deprimirnos y despedazarnos de encontrarnos en sus zapatos?
Debido a esto, la tesis que se plantea en las entregas del Hombre de Acero (o al menos en estas películas nuevas) generan en el público una respuesta, una que podría pasar desapercibida pero que, al final del día, se plantea en nuestras cabezas…
Los problemas de Clark Kent nos podrían parecer ajenos…
Es decir… ¡Él es Superman, por todos los cielos! ¡De seguro tiene cosas mucho más importantes y crípticas que por las noches le roban el sueño!
Empero… Esa mirada perdida… Delata que no es ajeno al dolor que el rechazo por los suyos genera en su cuerpo…
Por mucho que sea visto por la gran mayoría como un Dios perfecto (uno el cual posee problemas que nosotros, mortales indefensos, ni siquiera podríamos comenzar a comprender lo duro que sería para él no llevarlos a buen puerto), al final del día, sigue siendo un individuo de carne y hueso…
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Uno el cual, así como nosotros, responde a una condición social, herencia ancestral, una que, hasta la fecha, nos garantiza un nuevo mañana poder atestiguar…
Puede que esto ya se haya dicho con anterioridad, pero el ser humano, desde su concepción – aspecto que comparte con varias especies del reino animal… – es un ser social, uno que recurre a los números para obtener más fuerza de la que, en solitario, jamás pensó que algún día podría llegar a acariciar; el mantenernos unidos (cual manada de bandidos o de rabinos) por mucho que sea visto como algo divino, en realidad es un arma de doble filo ya que, así como tus semejantes pueden llegar a brindarte amor y cobijo… También, de no alinearte con sus normas y reglas que a través del tiempo han adquirido, podrías terminar por sentir las mismas punzadas de sufrimiento que el pobre Clark sintió cuando lo tachaban de alienígena de oscuros motivos.
Pero, tocando el tema que debido a Superman ha salido…
¿Cómo se integra uno a un grupito el cual posee ya varios miembros bajo su abrigo?
¿Cómo romper esa barrera que nos evita compartir lo que sentimos con algunos muchos los cuales podrían reorientarnos por el buen camino?
¿Cómo – resumiendo el teatrito… – se hacen amigos, se encuentra pareja o se fortalecen los lazos con esa familia con la cual convivimos por muy poco tiempito?
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Bueno, para esto debemos remitirnos a lo que conforma a un individuo…
Si bien es cierto que en la antigüedad – como ya se había dicho… – formábamos grupos… Mandas… Y clanes para fortalecer nuestra posición dentro de un territorio para así nuestra propia supervivencia garantizar… En la actualidad, esos métodos arcaicos de invadir para así conquistar e imponer un nuevo estilo de vida que puede o no nos vaya a afectar, aunque todavía suceda (aunque a menor manera, la guerra es la guerra y en ocasiones los países se ven tentados por ella), ya no es precisamente de la misma manera.
Las diferentes ideologías y punto de vista son el combustible que incita… No obstante… Las balas han sido remplazadas por mensajes y palabras, las redes sociales y los medios informativos son el nuevo campo de batalla, hoy más que nunca – considerando el contexto social por el cual vuela la parvada… – el conflicto, las discrepancias y las opiniones diversas amenazan, obligan a la gente a volverse más macabra, polarizando a una sociedad que en algún punto se consideró como hermana.
Pero eso es lo moderno, evolucionado, los conatos se originan cuando los grupos colectivos ya se han formado…
Aquí estamos reunidos para tratar de entender como se forman en primer lugar los equipos de fulanos y menganos…
Descifrar cuál es ese pegamento que los junta hasta el punto de orillarlos a que se consideren como hermanos…
El motivo insano que fragmenta esos lazos, eventualmente a que familia y amigos pasen a tratarse como extraños…
…
De nuevo, todo radica en el ser humano…
Hasta cierto punto somos fantásticos, lo suficientemente racionales como para poder salir del cuadro, a momentos dejar de preocuparnos por nuestros instintos básicos para mejor enfocarnos en temáticas que… La verdad… Ni al caso, son más un capricho o un placer que nos anestesia por un rato de la crudeza que ofrece este mundo vasto; si se analiza, las películas… Novelas… Danza, canto y cualquier otra forma de expresión artística en realidad no se necesitan, no cumplen con ninguna función crítica para que sigamos con vida: no nos alimentan, dan techo o brindan pareja…
Si bien puede que mediante estas lleves a cabo estas funciones primigenias, de igual manera, otras actividades pueden satisfacer las necesidades que se tengan.
Pasiones… Emociones… Sentimientos que se encuentran tatuados en el código genético de los hombres…
Cada uno de estos dones a la larga nos generan preferencias que a nuestras vidas cambian, gustos sobre ciertos tópicos que influyen en nuestra vida diaria, decisiones que se toman con base a lo que nos llama o desagrada; todo se resume a una elección acerca de todos y cada uno de los asuntos que abarcan la situación… Deportes, Política, Ideología y Religión… Es muy fácil optar por un escuadrón, decidir entregarse a las bases que lo constituyen y que le dotan de su particular
esplendor, especialmente si nos identificamos y no sentimos representados por su brillo interior… Empero… Así como también estamos dispuestos a no abandonarlas ni en los pedos, puede que, debido al fanatismo, al final terminemos por perdonar todas sus faltas e ignorar las áreas de oportunidad que los contrarios a nosotros nos señalan.
He de recordar un suceso que me ocurrió mientras estudiaba la carrera, más en específico, en la primera semana de clases, cuando todos los alumnos aún siguen entusiasmados con la idea de levantarse para acudir a la escuela sin importar que el sol aún no se ha dignado en despertarse; esos primeros días opté por mantenerme al margen, recluirme en una de las bancas más alejadas de las aulas para así a mis demás compañeros poder observarlos.
Entender que es ESO que los hace especiales…
Aquello que los define frente a los demás participantes…
Todos y cada uno de los detalles, desde el cómo hablaban – las palabras y frases que emplean para comunicarse… – hasta en los diseños de las carcasas que protegían a sus celulares…
Cada fragmento me develaba una imagen más grande, información que en cualquier otro escenario hubieran optado por guardarse…
…
Haciendo esto, logré separarles, asilarlos en grupos propios y especiales los cuales estaban etiquetados con ciertas marcas de agua las cuales servían para detallar los efectos que en mi vida podía llegar a desatarse; me encontré diciendo: Con estos compas puedo juntarme ya que, así como yo, adoran los comics de DC y de Marvel… Estos de acá son deportistas, y aunque no siga las transmisiones de fútbol con tanta disciplina, de vez en cuando no estaría mal echar una cascarita… Y con los de por allá, nada la verdad, somos tan diferentes debido a las discrepancias que tenemos acerca de la palabra tomar, el chupe nunca ha sido mi especialidad…
Mientras que lazos de sangre – familia… – son instantáneos debido a que estos se originan cuando uno nace (el ya mantenernos, cultivarlos y hacer que crezcan ya es punto y aparte), aquellos que se edifican por iniciativa podrían llegar a hacer una chin… Problemáticos, pues, así como nosotros esperamos obtener algo de ciertos zutanos, ellos también de aguardan recibir el mismo trato… Y eso es lo complicado…
Retomando mi caso, lo que en un principio definió con quienes, en un futuro, me estaría juntando, recayó directamente en aquellos en los cuales yo veía una disposición por el trabajo, por
realizar las actividades… Tareas… Y demás proyectos que los profesores en breve nos estarían encargando; en retrospectiva (años después de haberme graduado), fue un acierto que merece un rotundo y potente aplauso pues, no sólo me hice de un grupo con los cuales excedimos en los trabajos, sino que también, terminamos por hacernos de una amistad la cual abarcó bastantes años.
La problemática que luego terminó pasando (algo que muchos terminan por enfrentarse con el pasar de los años) fue que, a la larga, esas conexiones no fueron lo bastante corpulentas como para mantenernos juntos más allá de la tarea…
Compartíamos ciertos intereses, es verdad, pero no al mismo nivel ya que para cada uno estas no eran prioridad…
Hubo una ocasión en la que se pusieron a hablar sobre esos YouTubers a los cuales recurrían con tanta fascinación; mientras ellos charlaban amenamente… Yo me encontré callado sin poder contribuir a la conversación, ni pude meter las manos… En ocasiones por que no tenía como hacerlo (desconocía y carecía de los argumentos), y en otros momentos… Porque, la neta, me daba flojera, me faltaban ganas para adentrarme en ese contexto…
Y cuando me cuestionaran que, si no veía lo que ellos, entonces con que mataba mi tiempo, respondí que con canales que hablaban de cómics y videojuegos… A lo que respondieron: Aaaa… Bueno… Y de inmediato reanudaron su particular cotorreo…
…
Esto, a la larga, provocó que nos comenzáramos a distanciar, de a poco cada uno se fue acercando a otras personas con las cuales pudieran platicar con mucho mayor facilidad, evitando caer en esos incómodos silencios que, ya para el final, eran mucho más frecuentes que las risas y chácharas que en un principio solíamos protagonizar… ¿Y saben qué? No me parece mal, por mucho que en su momento esta ruptura de amistad me llevó incluso a llorar, no me parece algo que se tenga que satanizar… ¡Total! De cierta forma, desde un principio, estaba consciente de que en algún punto esto podía pasar.
Como dejé en claro, cada uno sabe que, y que no le gusta al final, por ende, es natural que busquemos y nos esforcemos por estar en esos grupos que, así como nosotros tienden a pensar, dejando a un lado todo y a todos aquellos que no concuerdan con nuestra forma de pensar; el pasar de los años… La experiencia… Una mayor madurez nos dará, fomentando en nosotros un cambio de mentalidad y personalidad la cual nos hará crecer y evolucionar, nos llevará a entender lo que en su momento nos pudo intrigar, molestar, agradar o desconsolar… Hacernos ver que, ¡Qué va! Así es la vida, en ocasiones hay batallas que no se pueden ganar, pero incluso así, algo bueno de estas podemos sacar.
¡Muy bien, todo lindo!
Si compartes gustos con uno o más individuos eres propenso a formar un grupito.
De lo contrario (y como sucede en Twitter y Facebook en estos días), te verás frito, discreparás con esos que ellos consideran digno… Muy posiblemente estallará el conflicto… Pero…
¿Qué sucede cuando formas parte de un conjunto de familia y amigos los cuales comparten tus gustos y creencias… Y aún así pareciera que son tus enemigos? ¿Qué te tratan, así como a
Superman en su película, como a un alienígena el cual sólo genera desconfianza debido a sus acciones y dichos?
…
De nuevo… Complicado decirlo, aquí ya entra otros factores los cuales podrían tener sencillamente su propio artículo… Como diría Alfred – mayordomo y ayudante de Batman… – en el Caballero de la Noche…
Algunos hombres sólo quieren ver al mundo arder… El antagonista de la historia todavía no se deja ver…
¡Pero no hay que temer, esta cuestión no se quedará flotando en el aire sin una respuesta que nos de el consuelo que deseamos tener!
El principio del viaje del héroe acaba de suceder, y como protagonistas, aún faltan escalones de los cuales aprender…
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