¿Qué es el libre albedrío?
Ante esta pregunta, posiblemente la mayoría de las personas responderían que es la libertad de elegir qué hacer ante una circunstancia determinada. Esta respuesta no es incorrecta, como también se entiende por la capacidad de decidir entre distintas alternativas que se nos ofrecen o el crear otras nuevas. Por lo tanto, juntando estas dos ideas nos podemos referir que ninguna opinión o comentario en sí debería de modificar en principio nuestra voluntad o nuestra forma ser y pensar.
Todos nos somos
libres tomar nuestras decisiones, pero esto va estrechamente relacionado al
concepto de responsabilidad moral, civil, personal, legal, etc. Sin embargo,
profundizando en la historia, el gran problema del libre albedrío se halla
relacionado con la moral de los actos o las ideas, la responsabilidad y la
dignidad de estas, pero sobre todo el rechazo social, o lo éticamente aprobado
en la naturaleza como también y remarcando los límites impuestos que siempre se
han tenido, la autonomía y el control en teoría social y políticamente hablado.
Esto con el debido y buen manejo de la compulsión, la adicción, el autocontrol,
la decepción y la debilidad de la voluntad mental; teniendo en cuenta que al
aplicar cada uno nuestro libre albedrío, recae directamente con la
responsabilidad y en algunos casos el castigo en derecho, como también la
relación entre mente y cuerpo, la consciencia, la naturaleza y la personalidad.
Hay una explicación diagnóstica (descriptiva) del
libre albedrío y una descripción prescriptiva del mismo. La primera describe los
tipos de compromisos mantenidos a propósito del libre albedrío; la segunda es
una propuesta para los compromisos que debieran mantenerse. Esto mencionado
recae en cualquier caso, en la teoría de que la mente y la voluntad controlan
algunas acciones del cuerpo.
La RAE, por otro lado, define el libre albedrío como “el
gusto o la voluntad de la persona de que se trata, sin sujeción o condición
alguna”. De esta forma, hace referencia al libre albedrío como “la voluntad de
obrar por reflexión y elección”. Por tanto, todo ser humano con las capacidades
cognitivas necesarias para tomar decisiones por su propio ser, tiene la
libertad de hacer y decidir, ser y expresarse como mejor le parezca, teniendo
claro que todo acto o factor externo e interno tendrán consecuencias ya sea
positivas, negativas o nuestras.
Concluyendo que la causa del libre albedrío o la libre
elección tiene dos caras. Por un lado, está la racionalidad del individuo. El
ser humano es un ser racional y como tal puede pensar y analizar qué decisión
es la correcta para sí mismo. Aunque es obvio que esto no siempre es así, ya
que no somos máquinas perfectamente programadas. Pero por otro lado, el sistema
de gobierno, el cual amplía una gran variedad de posibilidades ante nuestras
decisiones. Uno tendrá mayor capacidad de elección y más opciones disponibles
bajo un régimen de libertades que bajo un régimen dictatorial.
Sin embargo, si lo vemos desde otra perspectiva, las
consecuencias de esta libertad de elección pueden ser de dos tipos y todos lo
sabemos, tanto pueden ser buenas o malas. Serán buenas si la responsabilidad
del individuo es alta o si se responsabiliza con todas las consecuencias
derivadas de su libre elección. Por el contrario, si no se responsabiliza de
sus actos, tendrán que surgir mecanismos externos que suplan esta falta de
responsabilidad, tal y como hace el Estado paternalista.
Después de analizar este texto podrás tener un poco
más de claridad sobre lo realmente difícil que es explicar y entender el
concepto en su naturaleza del libre albedrío, estaremos esperando tus
comentarios para enriquecer aún más este tema tan complejo.
¡Saludos!
Escrito por Mariam Karam Solis
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