LA REALIDAD NO VISTA DE LOS VIDEOJUEGOS: PERSPECTIVA EDUCATIVA
El tema de los videojuegos, ha sido un tema debatible porque algunas personas indican que al emplear más tiempo en los videojuegos decrece el uso del tiempo en otros tipos de actividades extracurriculares como leer o ver películas. Otros culpan a los videojuegos de posibilitar acciones agresivas esporádicas de algunas personas que suelen hacer uso excesivo de estos juegos. Y, por último, están quienes afirman que, debido al realismo de los videojuegos, la pared entre lo que es ficción y realidad no es fácil de distinguir, por lo que suelen causar problemas como el bullying escolar.
Ahora bien han evolucionado porque se ha descubierto que los videojuegos poseen componentes que permiten el desarrollo cognitivo de los individuos al usar las teorías de la motivación y del aprendizaje.
La teoría del aprendizaje tiene como punto clave que “la capacidad humana de emplear símbolos permite representar los fenómenos, analizar su experiencia consciente, planear, imaginar y actuar de manera previsora” (Etxeberría Balerdi, 2008, p. 9). Es de esta manera que la relación directa que encontramos con los videojuegos es que se debe hacer uso de dicha capacidad para poder solucionar diferentes problemas hipotéticos que permiten avanzar en el juego, es decir, se promueve una interacción por parte del jugador. Incluso Mainer (2006) defiende que el público usuario adquiere cinco aprendizajes significativos como son la destreza motora, comprensión y asimilación de información verbal, destrezas intelectuales, actitudes como la ética moral y estrategias cognoscitivas, ya que potencian la atención y la concentración.
Asimismo, a través de los videojuegos, se fomentan valores valores como el respeto a la autoridad, la equidad, la justicia debido a las normas, la colaboración y el deber de auxilio debido a su componente social.
Y respecto a la teoría de la motivación, uno de sus pilares es que una tarea no solo tenga el suficiente atractivo para promover el aprendizaje, sino que además se presenten una serie de obstáculos que el jugador tenga que superar para llegar al punto máximo, lo cual incentiva el placer en ellos.
Otros enfoques que se pueden dar a los videojuegos como factor educativo son los siguientes:
- Aprendizaje inmersivo. Jugando videojuegos podemos encontrar en diferentes experiencias, vivencias, toma de decisiones que ayudan al jugador a plantear un pensamiento crítico a través de la práctica.
- El desarrollo de soft- skills. Anteriormente la educación estaba enfocada solamente en los contenidos, pero en la actualidad se requiere de nuevos usos y estrategias para que los alumnos puedan adquirir los conocimientos requeridos de la manera más eficiente y eficaz. Por lo que los videojuegos con un límite pueden ser un gran medio educativo.
- El aprendizaje complejo. Los videojuegos tienen la capacidad de atraer la atención de la niñez y potenciar su curiosidad mientras están aprendiendo.
Y es por tal motivo que podríamos decir que la fundamentación del juego es positiva en el ámbito educativo, pero si esta forma de entretenimiento se lleva a un extremo y caemos en el exceso, entonces no podremos decir que tenga efectos positivos, sino negativos por su forma de uso.
Referencias
1. Ñuñez, E.. “Los videojuegos en la educación: Beneficios y perjuicios”. Recuperado el 25 de septiembre de 2022, de
http://Dialnet-LosVideojuegosEnLaEducacion-7336240.pdf
2. Mainer, B. (2006). El videojuego como material educativo: La Odisea. ICONO14, 4(1), 48-76. https://doi.org/10.7195/ri14.v4i1.397.
3. Etxeberría Balerdi, F. (2008). Videojuegos y educación. Teoría de la Educación: Educación y Cultura en la Sociedad de la Información, 9(3), 11-28.
http://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/91630/00820113013570. pdf?isAllowed=y&sequence=1.
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