Necesidades y deseos

  Zapatos al Aire A. C. 

Iris Sedas Sosa


Necesidades y deseos


En nuestro día a día, muchas veces usamos las palabras "necesidad" y "deseo" como si fueran lo mismo, pero en realidad hay una gran diferencia entre ellas. Saber distinguirlas no solo nos ayuda a tomar mejores decisiones financieras, sino que también nos permite ser más conscientes sobre lo que realmente es esencial en nuestra vida y lo que simplemente queremos porque nos gusta o porque está de moda.

Las necesidades son aquellas cosas sin las que no podríamos vivir o que son fundamentales para llevar una vida digna. Por ejemplo, el agua, la comida, un techo donde dormir y la ropa para protegernos del clima son necesidades básicas. También hay otras necesidades que, aunque no ponen en riesgo nuestra vida, sí son importantes para nuestro bienestar emocional y mental, como la educación, la seguridad o el afecto de nuestros seres queridos.

Los deseos, en cambio, son esas cosas que nos gustaría tener, pero que no son esenciales. Son más un "me encantaría" que un "lo necesito". Un buen ejemplo es querer el último modelo de celular cuando el que tienes todavía funciona perfectamente, o querer ropa de marca cuando puedes vestirte bien con opciones más accesibles. También podemos desear viajar, tener un auto de lujo o comer en restaurantes caros. Nada de esto es necesario para vivir, pero nos hace sentir bien o nos da cierto estatus social.

Imagina que vas al supermercado con una lista de compras. En tu lista hay pan, leche y verduras (necesidades), pero al pasar por la sección de dulces, ves un pastel delicioso y decides comprarlo (deseo). No está mal darse gustos, pero es importante reconocer qué es qué para no gastar de más en cosas que no son esenciales.

Saber diferenciar necesidades de deseos nos ayuda a administrar mejor nuestro dinero. Muchas veces gastamos en cosas que realmente no necesitamos solo porque nos dejamos llevar por la publicidad o las tendencias. Si aprendemos a identificar nuestras prioridades, podemos evitar compras impulsivas y tomar decisiones más inteligentes con nuestros recursos.

Además, vivimos en un mundo donde la publicidad nos bombardea con mensajes que nos hacen creer que necesitamos cosas que en realidad son deseos disfrazados de necesidades. Por ejemplo, ¿realmente necesitamos cambiar de celular cada año o solo lo queremos porque es el último modelo? Cuestionarnos esto nos ayuda a ser consumidores más responsables.

En conclusión, las necesidades son esenciales para nuestra vida y bienestar, mientras que los deseos son cosas que simplemente nos gustaría tener. No hay nada de malo en darnos un gusto de vez en cuando, pero saber diferenciar entre ambos nos permite tomar mejores decisiones y vivir de manera más equilibrada. Al final, se trata de encontrar un punto medio: cubrir nuestras necesidades sin privarnos de pequeños placeres, pero sin caer en el consumismo excesivo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mitos sobre la salud que debemos eliminar

Los estereotipos de belleza

Derechos Humanos