Hablemos de la Migración Infantil
¡Hola a todos!
¿Sabías que para 2017 llegaron 9,000 niños a la frontera sur de Estados Unidos? ¿o que 18,300 niños y niñas llegaron a México por su frontera sur?
Los países que sufren mayores olas de violencia, pobreza, desigualdad social, guerra o donde los derechos humanos de su población no son respetados son los países de donde salen el mayor número de migrantes sin papeles y buscando refugio o asilo.
Por ejemplo, en Centroamérica se encuentra el Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala) donde hay altos índices de pobreza, de desempleo, de violencia y sobre todo, donde la población tiene que lidiar con pandillas como la Mara Salvatrucha o el Barrio 18.
Por la baja calidad de vida y altos índices de mortalidad es que algunos padres deciden mandar a sus hijos a Estados Unidos con familiares (solos, porque el viaje a través de coyotes es caro) o en otros casos los padres y familiares se fueron primero y los niños los tienen que buscar después.
Todo este proceso migratorio lleva a que los niños se enfrenten a situaciones increíblemente duras e inseguras. Por ejemplo, son vulnerables a ser detenidos por la fuerza pública o milicia; a encontrarse con crimen organizado, secuestros o trata de personas; pasar o morir de hambre, sed o frío; sufrir violencia, daño físico y discriminación; y no poder acceder a médicos o centros de salud.
Los niños y las niñas es el sector más vulnerable a daños y violencia en estas circunstancias, y más si no van acompañados ya que no hay quienes los defiendan de los peligros. Recordemos que generalizar y usar estereotipos sobre los migrantes termina afectando a estos niños y niñas, que usualmente pasan por el mismo infierno para llegar a un destino seguro.
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