¿Quién me puede apoyar?

 

Muchas veces nos hemos sentido solos en distintos aspectos de nuestra vida. No debemos creer que somos los únicos que se han sentido de esta manera, ya que es algo bastante común. Hay ocasiones en las que nos autosaboteamos y en lugar de pedir ayuda, nos alejamos aún más. Quizá queda como un poco obvio, pero quiero dejar en claro que NO DEBEMOS AUTOSABOTEARNOS. Muchas veces cuando buscamos apoyo, nos da vergüenza que nuestros familiares y amigos nos vean vulnerables, o incluso se enojen con nosotros por sentirnos de esta manera. Pedir ayuda no tiene nada de malo y tampoco daña la percepción que los otros tienen de nosotros; sino que nos hace ver como una persona más madura y reconoce sus áreas de oportunidad y deficiencias. 

Las primeras personas a quienes debemos acudir son nuestros padres o tutores, ya que son las personas con quien más pasamos tiempo. Estas personas son las que nos conocen mejor, sin embargo nos puede causar miedo hablar de temas emocionales con ellos. Te tienes que sentir en confianza para hablar de estos temas, no te obligues a hacer algo que realmente no quieres hacer, sin embargo tenemos que pensar a profundidad nuestras opciones. Si no te sientes cómodo, puedes acudir a otras personas, sin embargo no debemos olvidar a estas personas que viven con nosotros.

Otra buena opción es acudir a un profesional de la salud mental y emocional. Estas personas pueden ser psicólogos u orientadores que trabajan ya sea de manera individual, en una fundación o en la escuela. Estas personas nos pueden ayudar a reflexionar sobre nosotros mismos y el por qué nos sentimos de esta manera. Del mismo modo, nos pueden escuchar y darnos planes de acción que nos puedan apoyar para seguir adelante. En ocasiones, podemos creer que pedir ayuda profesional es bastante caro, pero puedes buscar en tu escuela a un psicólogo o alguien que te pueda orientar. También le puedes pedir ayuda a un profesor de confianza, sin embargo no es lo ideal. 

Los amigos pueden ser una red de apoyo para nosotros en situaciones vulnerables, sin embargo hay que verlos como un apoyo, no como personas de las que debemos depender. Apoyarse de nuestros seres queridos no tiene nada de malo, pero apoyarnos demasiado puede causar que dependamos completamente de ellos. Idealmente, es ir con un profesional o con nuestros padres/tutores y apoyarnos con nuestros amigos.

Recuerda, no tiene nada de malo pedir ayuda cuando no nos sentimos bien del todo. Sentirnos solos no es nuestra culpa. Si no buscamos ayuda y apoyo, esta situación puede empeorar. Tú debes ser tu prioridad, y para estar bien, necesitamos pedir ayuda. Hay que dejar nuestro “orgullo” de lado y actuar con madurez.

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