La idea de un Dios de adultos y cómo aplicarla a la vida propia

 

Zapatos al aire A. C.

Autor: Talib Zamudio

Philosophica: Enciclopedia filosófica on line — Voz: Emmanuel Lévinas


Quizá seas religioso o quizá no lo seas. La realidad es que la cultura en la que vivimos tiene una fuerte herencia de la cultura religiosa. Piensa, por ejemplo, en que la Virgen de Guadalupe es muy importante en la cultura mexicana; muchas personas o familias tienen imágenes o pinturas de la Virgen de Guadalupe sin ser necesariamente católicos.

Ahora bien, en la actualidad hay mucha gente que está dejando de creer en cualquier religión. En México, el último año se registraron casi 9 millones y medio de ateos, es decir, de gente que no cree en ninguna religión. En muchos casos la gente atea hace críticas a la gente religiosa, críticas como las siguientes:

  • Los religiosos sólo son buenos porque quieren un premio que Dios les dará (la salvación).

  • Los religiosos creen que sólo con pedir perdón ya se les queda perdonado todo lo malo que han hecho.

  • Los religiosos no ayudan a la gente, porque cuando alguien está necesitado de ayuda dicen: “ya Dios lo ayudará”.

Quizá en algún momento hayas escuchado las críticas a la religión o a las personas religiosas, y quizá pienses que son válidas, que son verdaderas. Sin embargo, hoy me gustaría hablarte de una noción de Dios distinta, una idea de religión a la que no aplican esas críticas: la idea del Dios de adultos que propuso el filósofo lituano-francés Emmanuel Levinas. El hombre de la foto que aparece al inicio de este texto es Emmanuel Levinas. Este filósofo era hebreo (judío); sin embargo, su propuesta no depende de su religión, de hecho, busca una idea de Dios que todos puedan aceptar.

Levinas fue un filósofo que vivió uno de los peores sucesos en la historia de la humanidad: la segunda guerra mundial. Además, fue sobreviviente del holocausto, de esa violencia masiva contra el pueblo judío durante esa guerra. 

Justamente por el sufrimiento que vio durante el holocausto, generó una idea de Dios muy particular. Él dice que, usualmente, cuando se piensa en Dios, pensamos en un Dios que nos trata como niños eternos: nos da premios y castigos (piensa en el cielo y en el infierno como premios y castigos eternos), que siempre nos perdona y nos quita la culpa, que nos quita la responsabilidad (piensa en la gente que sólo reza por los pobres, pero nunca los ayuda ni hace nada por ellos). Esto le parece a Levinas que es un Dios de “Niños eternos”; lo que él propone es pensar un “Dios de adultos”.

Levinas dice que un Dios de adultos es no el que nos quita la responsabilidad, sino el que nos hace completamente responsables; un Dios que no se muestra porque espera que nosotros hagamos lo que le pediríamos a él. Cuando yo veo a alguien con hambre, no le pido al Dios de adultos que le de comida, sino que este “Dios de adultos” nos pide que nosotros le demos comida a quien tiene hambre.

Piensa en las 3 críticas que usualmente se hacen a los religiosos:

  • Los religiosos sólo son buenos porque quieren un premio que Dios les dará (la salvación). Pero para el Dios de adultos tengo que ser bueno porque Dios me dio la capacidad de hacer el bien y eso ya me obliga a hacerlo; un Dios de adultos no me premia ni me castiga, me hace responsable.

  • Los religiosos creen que sólo con pedir perdón ya se les queda perdonado todo lo malo que han hecho. Pero para el Dios de adultos es todo lo contrario: como nos dio la capacidad de hacer el bien, pero la estamos usando para el mal, no me quita la culpa sólo porque se lo pido, sino que realmente soy mucho más culpable.

  • Los religiosos no ayudan a la gente, porque cuando alguien está necesitado de ayuda dicen: “ya Dios lo ayudará”. Si el Dios de adultos no se manifiesta en el mundo, es porque espera que nosotros ayudemos al prójimo. Pedirle a Dios que ayude a alguien es inútil, Dios espera que lo ayude yo.

Si te das cuenta, esta idea de Dios es una que nos hace mucho más responsables de nuestras acciones, que incluso si podemos rezarle y pedir que ayude a la gente vulnerableno importa a qué Dios se le pida ayuda, nos obliga a nosotros ayudar a la gente, a no sólo pedir perdón sino a esforzarlos por obtenerlo.

Te invito a que, si no tienes una religión, pienses en esta propuesta a ver qué te parece, y, en caso de que sí seas creyente, pienses cómo se puede acoplar esta visión de Dios a la de tu religión.

Bibliografía:
Mario Luis Fuentes, «Nuevo récord de personas no creyentes en México», https://www.mexicosocial.org/nuevo-record-de-personas-no-creyentes-en-mexico/, México social. La cuestión social en México (blog), accedido 28 de febrero de 2023, https://www.mexicosocial.org/nuevo-record-de-personas-no-creyentes-en-mexico/.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El desarrollo del lóbulo frontal y su importancia

Mitos sobre la salud que debemos eliminar

El impacto de las redes sociales en el desarrollo cognitivo de jóvenes.