Sobre la fauna feral y la responsabilidad con nuestras mascotas
Zapatos al aire A. C.
Autor: Talib Zamudio
Seguramente has visto, en algún momento de tu vida, algún animal doméstico —como un perrito o un gato— perdido o abandonado en la calle. En México el abandono de perros es una realidad cada vez peor; de hecho, éste es el país de toda América latina con más perros abandonados en la calle. Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (conocido por sus siglas como el INEGI), 7 de cada 10 perros o gatos viven abandonados en la calle.
Ya en sí mismo el abandono de un animal es algo terrible. Aunque no es lo mismo, imagina que estás acostumbrado a que te cuiden, alimenten, bañen, a estar en un lugar seguro que te protege, por lo menos, un poco del frío y de la lluvia. Ahora imagina que de repente te pierdes en el bosque, que no tienes comida, que cada noche pasas un frío inimaginable, que cada animal que encuentras quiere atacarte o hacerte daño. En el caso de los animales abandonados pasa algo semejante: están en la calle, donde constantemente están en riesgo de que un coche los atropelle, de que otros animales los ataquen o de que una persona les haga daño. Sin duda, es algo terrible lo que pasan los animales abandonados.
Pero hoy te quiero hablar de por qué está mal abandonar a tu mascota desde otro punto de vista; ya sabes, creo, que sufrirá y la pasará muy mal, pero lo que quizá no sabes es que los animales abandonados se vuelven lo que se conoce como “fauna feral”. La fauna feral suele definirse de la siguiente manera: «perros y gatos abandonados [quizá también otros animales] o criados en la calle que asumen por instinto conductas salvajes, fuera de la socialización del entorno doméstico que supone el contacto con los humanos» (Cabrera, 2021).
Es decir, cuando un perro o cualquier mascota vive en una casa y convive con humanos, se vuelve juguetón, se acostumbra a mostrar afecto y cariño, no se acostumbra a la violencia ni a cazar su comida, etc. Pero cuando son abandonados o crecen en la calle los animales empiezan a comportarse de manera salvaje, como si nunca hubieran estado en contacto con los humanos. Esto, por ejemplo, hace que los perros se comporten más como lobos, por lo que en vez de ser cariñosos y juguetones se vuelven violentos, se juntan en manadas, cazan su comida, etc.
¿Cuál es el problema de que un animal doméstico se vuelva salvaje? Que siguen viviendo en ámbitos humanos y no actúan como tal. Piensa en que los perros pueden formar manadas para sobrevivir, y entonces van en grupo a conseguir comida. Esto puede afectar directamente a las personas, ya que el hecho de que haya grupos de perros salvajes y con hambre en la ciudad puede ser peligroso para cualquiera que se los encuentre.
Pero además, la fauna feral afecta de manera importante al ecosistema en el que están los animales: estos animales salvajes en la ciudad se reproducen constantemente, y generan más y más animales salvajes. Esto hace que haya un desequilibrio, ya que estos animales (por ejemplo los perros y gatos ferales) se coman a otros animales de la ciudad, como los pájaros y palomas. El problema, además de que deje de haber pájaros y palomas, es que cuando no hay suficiente comida para los animales ferales, pasan dos cosas: los perros y gatos ferales se van a otros lugares a buscar comida y entonces afectan no sólo el lugar donde los abandonaron, sino otros lugares; o los perros y gatos ferales se vuelven violentos también contra las personas.
Ahora bien, muchas veces la gente quiere ayudar a los animales abandonados, pero no pueden recogerlos o no tienen espacios en sus casas. Lo que se hace muchas veces es dejar comida en contenedores en la calle, para que así cualquier animal pueda comer cuando tenga hambre. Aunque esta acción tiene una buena intención, la realidad es que hace más daño de lo que ayuda.
Hay que entender que estos animales, como viven en la calle, muchas veces no están vacunados contra enfermedades, están en ambientes muy sucios, etc. Cuando estos perritos o gatitos van a comer del alimento que pueden comer muchos otros animales, lo que sucede es que un perrito enfermo infecta la comida que luego otro perrito se come, por lo que termina enfermándose. En muchos casos, la buena intención de dejar comida para los animales de la calle termina haciendo focos de infección, o sea, que muchos animales se enfermen y pasen por situaciones desagradables.
Si no podemos hacer este tipo de acciones para ayudar a los animales, ¿qué podemos hacer? Lo primero es ser responsables de los animales que ya tenemos: no abandonarlos y, si ya no los queremos, quedárnoslos hasta encontrar un hogar para ellos. Otra cosa que podemos hacer es adoptar animales que muchas veces recogen de la calle, esterilizar a nuestras mascotas y evitar que se escapen.
Bibliografía:
Cabrera, L. (2021, abril 10). ¿Sabes qué es la fauna feral y de su peligrosidad para la fauna silvestre? EcoCultura.com. https://www.ecocultura.com/fauna-feral-peligro-para-fauna-silvestre/
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