Recursos didácticos en casa para aprender las emociones.

 

Hola a todos bienvenidos una vez más al blog, zapatos al aire, el día de hoy  hablaremos de un tema que está presente incluso en nosotros los adultos, y que  incluso a veces aún nos cuesta gestionar en ocasiones, imaginemos a un niño  pequeño, que no conoce ni el nombre de lo que siente, si no lo reconoce ¿cómo  podrá gestionarlo? 

Por eso es muy importante que como padres vayamos enseñando a nuestros  pequeños a reconocer sus emociones, como se sienten, como se llaman, para  después ir enseñando como manejarlas.  

Aunque es muy importante recordar que los berrinches son totalmente normales,  principalmente desde los 2 a los 5 años, es parte de su desarrollo neurológico y  psicológico, es un proceso que les permite conocer su cuerpo, su fuerza, sus  emociones y más.  

Los berrinches son por múltiples razones, y que todas solo crearan a un niño y  persona, con el tiempo más seguro de sí mismo, con autoestima y con buena  gestión emocional. 

Ahora bien, por eso mismo es que hay que empezar a enseñar a nombrar las  emociones, y a continuación te enseñaré 3 maneras de hacerlo. 

1. La primera opción que recomiendo consiste en algo muy sencillo, que seguro  también sacará unas risas. Consiste en que se juegue con el pequeño a  imitar gestos y dar el nombre de la emoción. El adulto hará caras que  muestren enojo, felicidad, tristeza, asustado, etc. Por supuesto algo  exageradas y el niño deberá imitarlo, y muy importante ir mencionando el  nombre de cada emoción representada con el gesto. 

2. El siguiente juego es con una estrategia similar, pero un poco más elaborada  y entretenida. Debemos conseguir revistas y libros de diversos temas donde  se muestren muchas fotos de personas o animales humanizados donde  juguemos encontrar las emociones, podemos decirlo a nuestro pequeño que  investigue las fotos y señale cuando vea a alguien feliz, mientras hojeamos,  después a alguien enojado, o triste, etc. 

3. Por último, cuando el pequeño ya está un poco más familiarizado con las  emociones, podemos jugar a la rueda de las emociones, podemos fabricarla  con cartón, y como la rueda del Twister, pero en vez de colores, emociones.  El niño deberá girar la rueda y la emoción que señale, contar una anécdota  o situación que le generé dicha emoción. 

Como puedes ver, enseñar las emociones puede ser sencillo en cuanto a las  actividades que podemos crear, pero siempre recordemos que lo mejor es en el día  a día ir nombrando las emociones que sientan y permitirles expresarse de la manera  que deseen, darles contención y con amor poco a poco las reconocerán y  expresaran de mejores modos. 

Ximena Priego.

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