Las cámaras de eco
Zapatos al Aire A. C.
Talib Zamudio
¿Recuerdas que en este blog hemos hablado ya de varios filósofos como Platón, Aristóteles, Sócrates y también Emmanuel Kant? Bueno, hoy te hablaré de un filósofo más, pero que a diferencia de los otros, éste sigue vivo y se llama Byung-Chul Han (es un filósofo de Corea del sur).
Como Byung-Chul Han es un filósofo de nuestro tiempo, critica problemas de nuestros tiempos, ya sea que critique la manera en que se da el trabajo de la actualidad (los horarios de trabajo, las jornadas, los tipos de trabajo, los salarios, etc.), el ejercicio de poder en la política, etc. Una de sus mayores críticas a la actualidad y de la que te quiero hablar este día es la que el llama las “cámaras de eco” y “la expulsión de lo distinto”.
La “expulsión de lo distinto” es rechazar, consciente o inconscientemente, aquellas cosas que no nos gustan porque son distintas a nosotros: a nuestra forma de vestir, a nuestras opiniones, a nuestras costumbres, etc. Pero Byung-Chul Han dice que este rechazo a lo diferente es sólo una cara de una moneda. La otra cara de la moneda es el exceso de lo igual a nosotros: todo el tiempo estamos rodeados de gente, comerciales, opiniones, discursos, etc. que se asemejan a nosotros: gente que se nos parece físicamente y en actitud, comerciales de cosas que ya nos gustan, opiniones parecidas a las nuestras que no nos hacen dudar de si nuestra opinión es correcta, discursos que refuerzan nuestras creencias sin fundamentarlas.
Pero, en todo caso, esa no sería una crítica a la actualidad, pues en todas las épocas la gente se ha juntado con sus semejantes. La crítica de Byung-Chul Han y la que quiero que tengas más presente es aquella que hace a las redes sociales. Ya comentamos que hay un rechazo a los distinto que genera un exceso de lo igual o un exceso de lo igual que no nos permite acercarnos a algo distinto de nosotros mismos. Las redes sociales (o, mejor dicho, todo contenido de internet) hacen aún mayor este exceso de lo igual y esta expulsión de lo distinto. Las páginas de internet recogen información sobre lo que buscamos, lo que vemos, lo que nos gusta, etc. y nos ofrecen cosas parecidas a eso que buscamos hasta que ya no es necesario buscar nada porque todas las “recomendaciones” que nos hace internet son parecidas a lo que nos gusta. Por ejemplo, si en YouTube buscas música sobre tu artista favorito, la siguiente vez que entres a YouTube tendrás recomendaciones de ese artista y de música parecida a la suya.
Quizá te estés preguntando, ¿cuál es el problema de ver cosas que me gustan y que las cosas distintas a mí no me aparezcan en internet, comerciales, etc.? El problema es que se genera una “cámara de eco”, es decir, que nos encerramos en nuestras opiniones, creencias, gustos, etc. y empezamos a rechazar todo lo que es distinto a nosotros. Rechazar lo que es distinto a nosotros implica rechazar a gente que se ve distinto, que se viste distinto o que piensa distinto; implica no poner a prueba nuestras creencias y opiniones porque sólo vemos opiniones parecidas a la nuestra que no nos hacen preguntarnos si estaremos en un error o creemos algo falso.
Lo que quiero que entiendas es que las redes sociales no son malas en sí mismas, pero hay que ser inteligentes al usarlas para no sólo ver lo que ellas nos muestran sino ir más allá de la información en la pantalla. Es importante la pluralidad, convivir con gente distinta a nosotros, escuchar ideas distintas a las nuestras, para poder dialogar y aprender de aquellos que son distintos a nosotros y piensan distinto a nosotros y así crecer como personas en nuestras opiniones, conocimientos, etc.
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