Psicología: la relación entre el estrés laboral y la calidad de vida
por Rebeca Herrera.
El estrés es un conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan cuando una persona necesita responder a una demanda (interna o externa) que implica tensión física y mental, y, que si funciona de manera correcta, desaparecerá tras un lapso de tiempo corto. Los problemas con el estrés surgen cuando este funciona de manera desadaptativa.
El estrés laboral es un fenómeno extendido, y no es poco lógico que la preocupación en torno suyo haya empezado a cobrar fuerza cuando impregna la cotidianidad de tantas personas. Múltiples estudios revelan que se trata de un fenómeno relacionado con deficiencias en la salud física y psicológica de las personas, además de un aumento en el ausentismo, abandono, deterioro de los servicios y altas tasas de rotación.
Así como el buen funcionamiento de un coche requiere de un buen funcionamiento en cada una de sus partes, los resultados de una organización dependen directamente de las condiciones bajo las que se encuentren las personas que la componen. El estrés impacta la calidad de los efectos que una empresa puede generar.
El burnout es un serio proceso de deterioro en la calidad de vida del trabajador, caracterizado por ser crónico e ir más allá de un agotamiento físico, emocional o mental producido por el estrés en general. Es común que implique grandes discrepancias entre expectativas, capacidades, necesidades, estructuras e ideales del trabajador con la realidad cotidiana del trabajo. Suele suceder en profesiones demandantes, e implica lo siguiente:
- Agotamiento emocional: el trabajador siente que sus recursos afectivos han sido superados por el estrés producido por el contacto diario con las personas que reciben diariamente su servicio
- Despersonalización: el trabajador desarrolla sentimientos negativos hacia las personas con quienes trabaja, que se traducen en comportamientos y actitudes acorde a esos sentimientos
- Baja realización personal: el trabajador evalúa de forma negativa su labor, lo cual afecta su autoconcepto, autoestima, y sus relaciones con los demás.
La responsabilidad por balancear las demandas (entre persona y empresa) es una responsabilidad compartida. Cada vez vemos más cómo las empresas con recursos y una buena gestión de los mismos transicionan hacia entornos laborales con menos autoritarismo y mejores resultados, sin embargo, en términos de cultura y legislación, aún falta mucho camino por recorrer.
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