Cómo afecta la salud mental al rendimiento escolar en niños
Por Aranza Romero
La salud mental es un componente esencial para el bienestar de los niños y, por ende, para su desarrollo académico. Aunque seguido se habla de la salud física como la principal influencia sobre el rendimiento escolar, la salud mental juega un papel igualmente crucial en el proceso de aprendizaje. Un niño que enfrenta dificultades emocionales o psicológicas puede tener problemas para concentrarse, socializar o incluso participar en actividades cotidianas en el salón. En este artículo, exploraremos cómo la salud mental afecta el desarrollo escolar y cómo los padres, maestros y cuidadores pueden identificar las señales de alerta y apoyar a los niños en este aspecto.
Algunas cuestiones a tomar en cuenta:
1. Concentración y atención
La ansiedad, la depresión o el estrés pueden dificultar que un niño mantenga la atención en las tareas escolares. Un niño que se siente abrumado emocionalmente puede tener dificultades para seguir las instrucciones, completar los deberes o participar activamente en clase. Además, los problemas de salud mental pueden interferir con la memoria a corto plazo, lo que impacta su capacidad para recordar información importante durante exámenes o actividades de aprendizaje.
2. Relaciones sociales y comportamiento
Los problemas emocionales pueden afectar la forma en que un niño se relaciona con sus compañeros. La timidez extrema, la irritabilidad o la agresividad pueden ser signos de que un niño está luchando con un problema de salud mental. Estas dificultades pueden provocar aislamiento social, acoso escolar o dificultades para trabajar en equipo, lo que a su vez puede afectar la autoestima del niño y su rendimiento académico.
3. Motivación y actitud hacia la escuela
Un niño con problemas de salud mental puede desarrollar una actitud negativa hacia la escuela, perdiendo el interés por aprender o demostrando desinterés generalizado por las actividades académicas. Esto puede estar relacionado con sentimientos de inutilidad, desesperanza o falta de control sobre su entorno, lo que podría llevar a la baja autoestima.
Señales de alerta
Es importante que tanto padres como maestros estén atentos a posibles señales de alerta que puedan indicar que los niños estén enfrentando alguna cuestión de salud mental.
- Cambios en el rendimiento escolar: es una de las más frecuentes. Un descenso importante en el rendimiento es una señal importante, sobretodo porque suele darse de forma muy repentina.
- Cambios en el sueño o el apetito: Los problemas emocionales suelen reflejarse en alteraciones del sueño o en una falta de apetito, lo que puede afectar la energía y el bienestar general del niño.
- Aislamiento: si notas que tu niño ha ido perdiendo el contacto con sus amigos o compañeros y se aísla, es un foco rojo de que algo no está bien.
- Cambios en el estado de ánimo: cambios en el comportamiento y estado de ánimo como que estén más irritables, los notes tristes, desmotivados, entre otros.
- Quejas físicas: dolores de cabeza, de estómago, fatiga sin causa médica aparente, pueden estar relacionadas con el estrés o ansiedad.
Recuerda…
Es importante que estés atenta/o a posibles indicadores de que pueda haber algún problema emocional con el que esté lidiando el niño. Abre el canal de comunicación para que tengan la confianza de poder acudir a ti si algo no está bien. Recuerda que son niños y aún no saben gestionar bien sus emociones. Ayúdales a ponerle nombre a sus emociones y a manejarlas. Lo más importante es que valides lo que están sintiendo y que los acompañes en el proceso.
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