Neuroplasticidad en la adolescencia/infancia

Montserrat Villarino Ruiz

Zapatos al Aire S.A de C.V

¿Sabías que tu cerebro tiene un superpoder? Se llama neuroplasticidad, y es la capacidad que tiene el cerebro para cambiar, adaptarse y aprender a lo largo de la vida. Pero este poder es más fuerte cuando somos niños y adolescentes. En esta etapa, el cerebro está en constante desarrollo, formando conexiones nuevas todo el tiempo. Esto significa que puedes aprender cosas más rápido, adaptarte a nuevas situaciones con facilidad y recuperarte mejor de dificultades emocionales o problemas de aprendizaje.

La neuroplasticidad es como el "entrenamiento" del cerebro. Cada vez que aprendes algo nuevo —una canción, una palabra, un deporte— tu cerebro cambia físicamente, creando nuevas rutas de comunicación entre las neuronas. Esas rutas se fortalecen cuanto más las usas. Si dejas de usarlas, pueden debilitarse o desaparecer. Por eso, cuando practicas mucho, cada vez te sale mejor.

Este proceso ocurre durante toda la vida, pero es especialmente poderoso durante la infancia y la adolescencia, cuando el cerebro está "cableando" sus principales estructuras. En estas etapas, las experiencias que vivimos tienen un impacto enorme, ya que moldean cómo pensamos, sentimos y actuamos.

Ejemplos de neuroplasticidad en jóvenes

Imagina que decides aprender a tocar la guitarra. Al principio puede parecer difícil, pero si practicas todos los días, tu cerebro irá conectando neuronas relacionadas con el movimiento de tus dedos, la audición y la memoria. Después de un tiempo, lo harás sin pensar demasiado. ¡Eso es neuroplasticidad en acción!

Otro ejemplo: si te mudas a otro país y debes aprender un nuevo idioma, al principio puede ser complicado. Pero gracias a la plasticidad cerebral, el cerebro joven aprende idiomas con más facilidad. Es por eso que muchas personas que aprenden un idioma desde pequeños lo dominan mejor que los adultos.

Incluso las emociones están relacionadas con la neuroplasticidad. Si en tu niñez o adolescencia pasas por una situación difícil (como acoso escolar o problemas familiares), tu cerebro puede adaptarse a esas experiencias, lo que puede afectar tu manera de pensar o reaccionar. Pero la buena noticia es que el cerebro también puede cambiar para bien: con apoyo emocional, buenos hábitos y experiencias positivas, puedes "reentrenar" tu cerebro para responder de manera más saludable.

¿Por qué es importante conocer esto?

Conocer la neuroplasticidad te ayuda a entender que tu cerebro no está fijo ni limitado. Tal vez hayas pensado cosas como: "soy malo para las matemáticas" o "nunca voy a poder aprender esto". Pero la ciencia dice que sí puedes cambiar, si practicas y te das tiempo. Cada esfuerzo que haces crea nuevas conexiones y fortalece tu mente.

Además, saber esto te puede motivar a cuidar mejor de tu cerebro. Dormir bien, alimentarte de forma saludable, hacer ejercicio y manejar el estrés son cosas que potencian la plasticidad cerebral. También lo hace tener curiosidad, leer, escribir, escuchar música, jugar ajedrez o aprender algo nuevo.

La neuroplasticidad es un regalo que tenemos todos, pero en la infancia y adolescencia es como tener una mente en modo turbo. Todo lo que haces, sientes y piensas está moldeando tu cerebro. Así que si alguna vez dudas de ti mismo, recuerda que tu cerebro está hecho para aprender y crecer. Está en tus manos entrenarlo y desarrollarlo. Aprovecha este superpoder que tienes ahora, y úsalo para ser la mejor versión de ti mismo.

Referencias

Doidge, N. (2007). The Brain That Changes Itself: Stories of Personal Triumph from the Frontiers of Brain Science. Viking.

Kolb, B., & Gibb, R. (2011). Brain plasticity and behaviour in the developing brain. Journal of the Canadian Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 20(4), 265–276.

Center on the Developing Child at Harvard University. (2010). The Science of Early Childhood Development. https://developingchild.harvard.edu/resources/the-science-of-early-childhood-development/