Filosofía Ikigai

Filosofía Ikigai: La filosofía japonesa para una vida con propósito 

Por Aranza Romero

¿Qué es el Ikigai?

La palabra ikigai puede traducirse como “razón de ser” o “motivo para levantarse cada mañana”. Se trata de una intersección entre lo que amas, en lo que eres bueno, lo que el mundo necesita y por lo que puedes recibir una recompensa. Cuando estos cuatro elementos se alinean, se dice que has encontrado tu ikigai.

Los Cuatro Pilares del Ikigai

1. Pasión: Aquello que amas.

2. Vocación: Aquello para lo que el mundo necesita tu ayuda.

3. Profesión: Aquello por lo que puedes recibir una retribución.

4. Misión: Aquello en lo que eres bueno.

   
   

   

   
   

   Aunque muchas personas asocian el ikigai con la carrera profesional, en realidad es mucho más amplio. Puede encontrarse en el cuidado de una familia, en el arte, en el voluntariado o incluso en pequeños rituales cotidianos que brindan satisfacción y sentido.

   En Okinawa, una región de Japón conocida por su alta esperanza de vida, muchos habitantes atribuyen su longevidad y felicidad al ikigai. No necesariamente tienen grandes ambiciones, pero sí una fuerte motivación para vivir cada día con sentido.

   Cómo Encontrar Tu Ikigai

   Encontrar el ikigai no es una tarea de un solo día. Requiere reflexión, autoconocimiento y paciencia. Aquí algunos pasos que pueden ayudarte:

   • Hazte preguntas sinceras: ¿Qué te hace sentir vivo? ¿Cuáles son tus talentos naturales? ¿Qué necesidades observas en tu comunidad o entorno?

   • Explora sin miedo: Prueba nuevas actividades, sal de tu zona de confort y observa qué despierta tu entusiasmo.

   • Escucha tu intuición: El ikigai no siempre es lógico ni rentable al principio, pero suele sentirse auténtico y reconfortante.

     
     

     Si tenemos claro nuestro propósito en la vida estaremos más motivados, viviremos con más entusiasmo y nos sentiremos realizados. En definitiva, encontrando nuestro ikigai estaremos encontrando el camino hacia la felicidad.

     Integrar el ikigai en la vida diaria no significa cambiarlo todo de golpe. A veces, basta con dedicar tiempo a aquello que nos da sentido, aunque sea solo unos minutos al día. Vivir con ikigai es una práctica constante, una forma de estar presentes y comprometidos con lo que realmente importa.