Psicología: ¿Por qué leer es bueno para tu mente?

 por Rebeca Herrera.

¿Estás dentro de tu computadora o celular pero sabes que podrías estar haciendo algo más constructivo con tu tiempo?, ¿Necesitas algunos hechos científicos para tomar o retomar el hábito de la lectura? Déjame te cuento más acerca de sus beneficios.


Todos sabemos que leer es sinónimo de aprendizaje, pero no todos los que tenemos la fortuna de saber leer lo consideramos algo entretenido, ni gozamos de todo el tiempo libre que queremos para dedicarle a la lectura. Sin embargo, está comprobado que leer por tan sólo unos minutos al día genera un gran efecto dominó positivo para nuestra mente.


La lectura conecta y agrega distintas funciones al cerebro, beneficiando su salud a corto y largo plazo. En particular, previene el síndrome de sobrecarga o burnout y equilibra los cuadros de estrés sostenidos por largo tiempo (por ejemplo, por jornadas y proyectos laborales).


También relaja la mente y fomenta la atención y concentración, permeando posteriormente a otras áreas de nuestra vida. Mejora la memoria (semántica, asociativa, y ejecutiva), el estado de ánimo, el desarrollo de la empatía y una mejor gestión de nuestras emociones.


Nos ayuda a entrar en y mantener un sueño profundo, reduciendo entonces nuestra ansiedad general y facilitando un buen despertar. Aumenta nuestro vocabulario, además de nuestra creatividad y nuestro conocimiento del mundo en general, por lo que acaba por mejorar nuestra capacidad de comunicarnos, sostener un pensamiento crítico, y formar mejores relaciones sociales.

Por último, al mantener el cerebro activo y estimular múltiples capacidades cognitivas, aumenta nuestra longevidad. Las personas que leen un promedio de 30 minutos al día viven por lo menos 2 años más que aquellas que no lo hacen. Tras haber revisado todo estos beneficios, nuestra sugerencia es incorporarla como un hábito en nuestra vida, para fomentar la consistencia de esta actividad. Algunos tips para lograrlo son: Generar un espacio y ambiente específico (por ejemplo, uno sin ruido) para leer, así, nuestro cerebro se preparará para iniciar la actividad cuando se encuentre bajo esas circunstancias. Establecer un horario determinado para leer diariamente, dándole así su espacio cotidiano, evitando que otras preocupaciones o responsabilidades eviten el hábito. Si eres una persona muy social, o que simplemente funciona mejor en grupo, formar parte de un club de lectura; para tener una responsabilidad compartida.



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