9 ideas para hacer en verano con tus hijos (guarda este blog para después)
por Rebeca Herrera. Convivimos tanto tiempo con nuestros hijos que a veces es fácil quedarse sin ideas para entretenerlos, y ahora que es verano y aumenta el tiempo de convivencia (o aburrimiento), me parece importante darte un par de ideas nuevas, o refrescar las viejas para que puedas pasar momentos memorables junto a tus hijos. Mi primer y mejor recomendación para ti sería: piensa en lo que más disfrutabas hacer e imaginar de niño, y en todo aquello que te hubiera gustado hacer, y aplica algunas de esas vivencias a la experiencia de tus hijos. Ahora sí, 10 sugerencias concretas para hacer este verano con tus pequeños: 1. Origami Puede sonar como algo sencillo o aburrido, pero la verdad es que esta técnica milenaria es perfecta para hacer con tus hijos, pues no sólo es accesible (tan sólo necesitas hojas y un buscador de internet) y te permite escalar el nivel de dificultad para adaptarlo a los gustos y capacidades de tus hijos, sino que aumenta su capacidad de concentración, y al terminar, se puede convertir en una decoración colorida que nos recuerde el tiempo que pasamos juntos y les haga sentirse orgullosos de su obra.
2. Cocinar De cualquier modo necesitamos comer. ¿Por qué no convertirlo en una actividad de conexión y aprendizaje donde nuestros hijos puedan desarrollar una habilidad para su vida adulta, y, además, sentir satisfacción por haber trabajado y lograr algo delicioso que disfrutar después? Puede ser una sopa, un panqué, o algo empanizado; y puedes quedarte con las tareas más difíciles o peligrosas. Además, dejar algo cocinando mientras, por ejemplo, ven el capítulo de una serie, es una excelente manera de marcar la pauta para cuando es momento de cambiar de una actividad de ocio a una de convivencia o salud. 3. Ordenar El verano es una excelente oportunidad para ordenar lo que no se ha tocado en un año, pero muchas veces somos nosotros los primeros en darle la vuelta a esta tarea. Toda casa tiene un rincón, un cajón, o una recámara con juguetes sin usar, ropa que ya no nos queda, papeles inutilizables, cosas rotas sin reparar, y otros objetos que llevar a reciclar. Involucra a tus hijos para hacer la carga más ligera y enseñarles algunos valores. No te abrumes, comienza! Verás que al terminar te lo vas a agradecer. 4. Pijamadas Si eres como la mayoría, y tienes un esquema largo de trabajo, puedes usar las pijamadas para pasar las últimas horas o momentos del día con una nueva perspectiva: tienes tiempo para ellos. Y además, lo comparten estando cómodos. Algunas ideas para su pijamada: enseñarles a hacer sombras en la pared, leer cuentos, o inventar uno sobre la marcha (en donde cada uno va agregando algunas oraciones a la historia), ver un documental, hablar sobre su día usando tres viñetas (¿qué es algo que agradeces el día de hoy?, ¿en qué momentos durante el día te sentiste bien y por qué?, ¿hay algo que te emocione para el día de mañana o el futuro cercano?) e incluso concursos de piojito (quien consiga que el otro se duerma con su apapacho, ¡gana!). Todo se adapta a tu nivel de energía y a la personalidad de tus hijos. 5. Actuación Pueden fingir que están en la playa para salir de la rutina. Usen sus toallas y ropa de calor o trajes de baño, y salgan al patio, azotea, balcón, o pasto para tomar una siesta, broncearse, o jugar un partido (de fútbol, básquetbol o volleyball…). ¡Sólo asegúrense de usar bloqueador! Si eres más de frío, alguien está enfermo, o el clima no invita a salir… puedes hacer todo esto fingiendo que están en el polo norte. ¡Usa tu creatividad! Construyan fuertes con cojines y cobijas, pónganse ropa abrigadora, asen un bombón en la estufa… 6. Planten sus semillas No tienen que ir a comprarlas, ¡usen las de sus frutas y verduras! A todos les dará una perspectiva de los cuidados y del tiempo que tardan en crecer (para valorarlas más). Y al final, es un proyecto bonito que puedes usar para decorar, o algo útil de lo que puedes disfrutar. 7. Sentarse en algún lugar con muchos objetos Y observar. Puntos extra si estos objetos están en movimiento. Y jugar “veo veo”, pueden hacerlo mientras pasean a su mascota (y se ejercitan caminando) o sentados comiendo alguna botana, y también idear un concurso de puntos (quien gane debe elegir un reto amable para el otro). 8. Concurso de limpieza Si tienes una casa sucia y unos niños desocupados, esta ides es especialmente buena. Dale un trapo mojado a cada uno y selecciona un tiempo (mi recomendación es 5-10 minutos). Después, ofréceles una recompensa atractiva, designa el área para limpiar, y empieza el temporizador. ¡Quien regrese con el trapo más sucio gana! Puedes idear otras modalidades de esta actividad, como limpiar los trastes o barrer y trapear… Lo que sí te recomiendo es involucrarte en la limpieza y cuidar que no hagan “trampas” para evitar discusiones. Al final tendrás una casa más limpia, y unos niños un poco más cansados y contentos por su premio. 9. Cartas al Cielo Esta actividad no tiene que ser religiosa (pero puede serlo si lo quieres). Dale una hoja y materiales o colores a cada uno. Diles que escriban o dibujen en ella aquello que agradecen. Puede ser del día de hoy, de la semana, del año, o incluso de su vida en general, y puede incluir a personas, logros, actividades, etcétera. Selecciona algo de música tranquila y da 10 minutos para que cada uno escriba y reflexione. Después, compartan sus obras y hablen sobre lo que quieran repetir y lo que quieren evitar en el futuro. También puedes hacer un segundo momento en donde escriban una carta ya sea a alguna persona que se encuentra lejos de ellos o que haya fallecido, a su futuro yo (para abrirla después), o alguien a quien le quieran agradecer con este detalle. Es el momento perfecto para compartir el tiempo y lo más valioso que tenemos; aprovecha para pausar y redireccionen la vida que quieren tener en familia. ¡Gracias por leer! De corazón espero que al menos una de estas ideas haya resonado contigo y puedas llevarla a cabo con tus pequeños, a quienes tanto amas.
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