La literatura y las bibliotecas como espacios de no discriminación
Zapatos al aire A. C.
Autor: Talib Zamudio
No es sorpresa para nadie que el mundo en el que vivimos es un mundo lleno de discriminación, violencia, segregación, etc. Además, podemos afirmar fácilmente que a lo largo de la historia la discriminación ha sido la regla, lo más común; y que, lamentablemente, los espacios de igualdad, de no discriminación, en donde todos somos aceptados han sido pocos, excepcionales. Estos lugares de no discriminación son lo que me gusta llamar “lugares excepcionales” y hoy te voy a hablar de uno: las bibliotecas.
Las bibliotecas, a lo largo de la historia, han servido como espacios de no discriminación y, en la actualidad, aún lo hacen. ¿Cómo? De dos maneras distintas, la primera es en sus estantes y libreros, la segunda es como un lugar que habitamos. Déjame explicarte con más precisión.
La escritora Irene Vallejo escribe en su libro El infinito en un junco que a lo largo de la historia las bibliotecas han sido lugares de no-discriminación porque podemos encontrar siempre un libro de Cortázar junto a uno de Joyce, Tolstoi, Platón, Hildegarda, Séneca, San Agustín, etc. Es decir, no importa el sexo, nacionalidad, época, preferencias, etc. de los autores, siempre que sus obras sean o hayan sido valiosas para la humanidad pueden estar unas junto a otras.
Incluso en el momento en el que vivimos hoy es posible ver cómo las personas de distintas religiones se excluyen unas a las otras; cómo se rechaza y ataca a un musulmán en países donde la mayoría de gente es católica o cristiana. Piensa, por ejemplo, en los ataques a musulmanes que hubo en Australia en el año 2019(Javier Espinoza, 2019). Piensa, también, en los ataques que hubo el año pasado a los católicos en Nigeria(Kimberley Lestieux, 2022). Estos ataques surgen de que la gente no está dispuesta a convivir con aquellos distintos a ellos, ya sea porque tienen una religión distinta o por cualquier otra razón.
Esta violencia y esta discriminación no existen en las bibliotecas. A diferencia de lo que pasó en Nigeria o en Australia, en donde la gente no podía estar junto a aquellos distintos a ellos, en las bibliotecas una Biblia puede estar junto a un Corán (libro sagrado del Islam) o junto a una Torá (libro sagrado del judaísmo). En una biblioteca es fácil encontrar un libro de Gabriela Mistral o de Pablo Neruda (dos autores latinoamericanos) junto a uno de James Joyce (uno de los más grandes autores británicos) cuando en Inglaterra las personas de Latinoamérica suelen ser discriminadas y rechazadas.
Quizá te preguntes que qué importa que en las bibliotecas no se discrimine, que qué importa que en esos lugares todos son iguales, todos tienen el mismo valor, si al fin y al cabo sólo son libros. La cosa es que las grandes obras literarias representan, en muchos casos, el lugar, la cultura en que fueron escritas. La Ilíada representa a Grecia, Los hermanos Karamazov de Dostoievski representa a Rusia, las obras de Shakespeare a Inglaterra. Cuando las grandes obras de la humanidad están juntas en una biblioteca es cuando vemos que todos los pueblos, todas las razas, todas las comunidades valen lo mismo, no se vale rechazar a ninguna. Las bibliotecas representan el ideal y el sueño de unión y aceptación de toda la humanidad.
Pero no sólo en sus estantes las bibliotecas se niegan a la discriminación; también para los visitantes y lectores son un lugar excepcional. Prácticamente todos los lugares a los que uno puede ir a pasar el rato exigen cierto gasto económico, limitan el tiempo que podemos estar ahí o hacen cierta presión sobre los individuos. Piensa en un café o en un restaurante; todos estos lugares exigen algo a cambio. Ir a un café o a un restaurante exige un intercambio, pagar por un café, consumir para poder tener un lugar dónde relajarse. Las bibliotecas públicas no; en ellas se puede ir sin gastar, sin consumir, sin límite de tiempo. Las bibliotecas no discriminan dependiendo de la economía de su usuario. Las bibliotecas son unos de los últimos espacios donde lo único que se exige a los usuarios es una cosa: respetar a los otros.
Bibliografía:
Javier Espinoza. (2019, marzo 15). Al menos 49 muertos en un sangriento atentado contra musulmanes en Nueva Zelanda. ELMUNDO. https://www.elmundo.es/internacional/2019/03/15/5c8b0e8221efa0175a8b4617.html
Kimberley Lestieux. (2022, junio 5). Un ataque contra una iglesia en Nigeria deja al menos 50 muertos. France 24. https://www.france24.com/es/%C3%A1frica/20220605-nigeria-ataque-iglesia-50-muertos
Vallejo, I. (2019). El infinito en un junco: La invención de los libros en el mundo antiguo. Siruela.
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