Los básicos de la inversión
por Rebeca Herrera.
En las últimas décadas, la inversión se ha convertido en una herramienta importante para la economía personal, puesto que ofrece la posibilidad de hacer crecer el dinero invertido sin exigir grandes cantidades de trabajo a cambio, pero como toda buena habilidad, requiere de conocimiento y práctica. Además, en un inicio todo esto puede resultar abrumador para quien desconoce el mundo de las inversiones, por eso es que me he dado a la tarea de explicar sus conceptos y mecanismos básicos:
Qué es la inversión
Se refiere a la colocación de capital (dinero) en un activo (bonos, acciones, bienes raíces, emprendimientos) o proyecto, con el objetivo de obtener un retorno financiero (es decir, más dinero del que invertiste en un primer momento) en el futuro.
Es importante considerar que la simple acción de invertir no garantiza ganancias, y que existe la posibilidad de perder parte o la totalidad del dinero invertido. Invertir es una acción riesgosa y por eso es necesario tomar decisiones informadas y adecuadas a tu situación personal. Por eso, en este blog te explicaré más a fondo sobre este mundo, a fin de que puedas entender las directrices para hacer crecer tu dinero a través de la inversión.
¿Por qué es importante invertir?
La inversión ofrece la oportunidad de hacer crecer tu dinero a través del tiempo de manera exponencial, a diferencia de las cuentas de ahorro, donde los intereses son muy bajos.
La inflación reduce las capacidades del dinero, pero la inversión te permite superar la tasa de inflación, y entonces mantener o aumentar el valor de tu dinero a largo plazo.
Tienes la posibilidad de generar ingresos pasivos, es decir, recibir regularmente una cantidad de dinero sin tener que trabajar de manera activa por él. Esto ayuda a diversificar tus fuentes de ingresos, aumentando tu estabilidad financiera.
Aumentas tu probabilidad de lograr metas financieras grandes / a largo plazo con un menor tiempo y esfuerzo: ya sea que estés planeando comprar una casa, financiar por adelantado la educación de tus hijos, o jubilarte con tranquilidad, la inversión te podrá ayudar en ello.
Principales tipos de inversiones (cada una con características y niveles de riesgo propios)
Bonos - Son instrumentos de deuda emitidos por el gobierno o empresas. Al comprar bonos, estás prestando dinero y recibiendo pagos de intereses regulares hasta que se devuelva tu capital. Son considerados inversiones más estables y seguras que las acciones, aunque ofrecen rendimientos más bajos.
Acciones - Quiere decir que compras una parte (grande o pequeña) de una empresa. Y aunque son volátiles, a largo plazo se consideran una buena opción de inversión, puesto que suelen generar rendimientos más altos del promedio. Para evitar perder todo tu dinero, es importante investigar a la empresa, y también, diversificar los lugares sobre los que está puesto tu dinero.
Bienes Raíces - Implica la compra de propiedades con el objetivo de posteriormente obtener mayores ingresos por su alquiler (renta) o venta a través de la apreciación de su valor (es decir, cuando tu propiedad aumenta su valor en el mercado). La primer variante puede proporcionarte flujos de dinero regulares a corto plazo, y las otras, ganancias significativas a corto plazo. Sin embargo, la inversión en bienes raíces requiere de un capital inicial considerable.
Fondos de inversión - Permiten que varios inversores agrupen su dinero para comprar una cartera diversificada de activos (diversos proyectos, propiedades, etc.) Existen diversos tipos de fondos: mutuos, indexados, y cotizados en bolsa. Cada uno tiene sus características y estrategia recomendada propias. Para participar de ellos, debes contar con el perfil del grupo de inversionistas.
Emprendimientos - Ya sea propio o de un tercero, puede proporcionar una forma emocionante y lucrativa para tu inversión. Todos conllevan riesgos significativos y por lo mismo es necesario contar con habilidades sólidas analíticas y empresariales, a fin de tomar buenas decisiones de inversión.
Consejos para invertir con éxito
Establece metas financieras claras. Aunque este pueda cambiar en el futuro, antes de comenzar debes entender cuál es tu objetivo. Establecer metas te ayudará a tomar las decisiones que mejor se orienten hacia tu objetivo, especialmente en épocas de volatilidad e incertidumbre.
Investiga y diversifica. No te quedes conformes con una comprensión básica del lugar en el que estás depositando tu dinero y confianza; investiga a fondo cada una de tus opciones y entiende los riesgos asociados para que puedas tomar la decisión más eficiente. También recuerda invertir en diferentes tipos de activos y sectores; esto te ayudará a reducir los riesgos y aumentar las posibilidades de obtener rendimientos consistentes.
Aprende a gestionar tus riesgos. Si no los puedes eliminar, define cuál es tu tolerancia al riesgo y establece límites personales claros para evitar tomar decisiones incorrectas por emoción o impulsividad. Es aconsejable aumentar tu tolerancia al riesgo y mantener una mentalidad a largo plazo, para evitar dejarte llevar por fluctuaciones a corto plazo.
Obtén asesoramiento profesional. El día de hoy existen múltiples posibilidades para educarte en torno a la inversión; en concreto, un asesor puede apoyarte evaluando tus metas y necesidades para proponerte a partir de su experiencia una estrategia adecuada, y posteriormente darte seguimiento en tus decisiones de inversión.
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